martes, 28 de enero de 2014

La esperanza del mundo

Por Leipzig del Carmen Vázquez García


El amanecer de este 28 de enero fue el tiempo justo para abrazar la historia, la vida del hombre de traje negro y corazón en luto por su Cuba esclava, ese gigante de fina pluma que dibujó para nosotros el futuro y regó con su sangre los caminos de la libertad.
Hoy cuando se cumple el aniversario 161 del nacimiento de José Martí conocí al pequeño Carlos Antonio, vestía como el maestro y estaba junto a los más de cuatro mil niños bayameses que se despertaron como personajes de la Edad de Oro.

Con la alegría que caracteriza a los Pinos nuevos recorrieron las arterias principales de la Ciudad Monumento Nacional llevando la máxima Martina de ser la esperanza del mundo.
Este fue el momento oportuno para volver sobre su legado, repasar enseñanzas y profundizar en la obra de un hombre grande, cuyo pensamiento trasciende las fronteras de Cuba para convertirse en un ser de talla universal.
Ante el monumento en mármol erigido al más Universal de los cubanos un caballete de flores depositaron los pioneros para ese Martí que puso como punto de mira la causa revolucionaria y aprendió seguir siempre el camino de la verdad y la justicia.
El Desfile Pioneril Martiano deviene alegría contagiosa y multiplicada por quienes, al decir del autor de La Edad de Oro, son los que saben querer.
De tal modo emerge el cariño sincero al autor de los Versos Sencillos que nos regaló el más digno ejemplo de inquebrantable patriotismo, independentismo y antiimperialismo.
Este día lo dibujó la historia, los personajes de cuentos de Martí representados por niñas y niños como Carlos Antonio, la libertad que disfrutamos y definitivamente, la sonrisa y el sol.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario